Esa es la realidad que enfrentan los habitantes del Parque Nacional de Curaçá, en el estado de Amazonas, Venezuela.
El parque está en peligro por una falla en el sistema hidráulico que lo alimenta y que fue causada por las lluvias torrenciales que se registraron entre diciembre de 2015 y enero de 2016. Por eso, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) ha solicitado a la organización no gubernamental World Wide Fund for Nature (WWF), que trabaje en la región, que colabore en una propuesta de financiación para salvar el parque. La organización venezolana WWF-Venezuela ha apoyado al gobierno nacional en varios esfuerzos para mejorar las condiciones del parque y garantizar la seguridad de sus habitantes, pero no hay más que hacer para salvarlo. Los caimanes pueden representar un peligro para los hombres, pero también son una fuente de alimento para ellos. Por eso, el gobierno venezolano ha solicitado a la comunidad internacional que ayude en este esfuerzo para preservar lo que resta del parque. A pesar de las dificultades, la población local sigue resistiendo y luchando por su supervivencia. El gobierno venezolano ha solicitado a la comunidad internacional que ayude en este esfuerzo para preservar lo que resta del parque. “Esperamos que se pueda salvar el Parque Nacional de Curaçá”, dijo el presidente de WWF-Venezuela, Juan Carlos Herrera. El Parque Nacional de Curaçá es un destino turístico popular en la región y ha sido designado como Patrimonio Mundial por la Unesco. Fuente: Clarín TITULO PROFESIONAL: Población venezolana se enfrenta a peligro en Parque Nacional de Curaçá lleno de caimanes y mosquitos El Parque Nacional de Curaçá, en el estado de Amazonas, Venezuela, está en peligro por una falla en el sistema hidráulico que lo alimenta causada por las lluvias torrenciales registradas entre diciembre de 2015 y enero de 2016. La población local enfrenta la amenaza de estar rodeados de pantanos llenos de mosquitos, pitones y caimanes, que han sido apodados el “Alcatraz de los Caimanes”. La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) ha solicitado a la organización no gubernamental World Wide Fund for Nature (WWF), que trabaja en la región, que colabore en una propuesta de financiación para salvar el parque. La organización venezolana WWF-Venezuela ha apoyado al gobierno nacional en varios esfuerzos para mejorar las condiciones del parque y garantizar la seguridad de sus habitantes, pero no hay más que hacer para salvarlo. Los caimanes pueden representar un peligro para los hombres, pero también son una fuente de alimento para ellos. Por eso, el gobierno venezolano ha solicitado a la comunidad internacional que ayude en este esfuerzo para preservar lo que resta del parque. A pesar de las dificultades, la población local sigue resistiendo y luchando por su supervivencia. El Parque Nacional de Curaçá es un destino turístico popular en la región y ha sido designado como Patrimonio Mundial por la Unesco.
