Fue el 23 de junio del año 1998 cuando se produjo el abominable asalto en la autopista del Sol, al que se le atribuye ser el primer secuestro en la historia de la Argentina. La joven, de nombre Ana Belen (que no quiere dar su apellido para proteger su identidad), fue raptada mientras se dirigia a un trabajo como asistente social en el hospital Italiano de Buenos Aires.

En un principio, los secuestradores la llevaron a una casa abandonada en la provincia de Buenos Aires y se la mantuvieron prisionera durante 10 meses. Su familia no recibía noticias de ella, pero aun así la esperaba, confiando en que alguna vez volvera. Finalmente, la joven fue liberada gracias a un operativo policial llevado a cabo por el comisario Guido Lopez, quien en ese momento era jefe del departamento de Inteligencia Criminal de la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Ana Belen se fue a vivir con su familia en un pueblo del sur de la provincia de Mendoza, donde se casó y tuvo dos hijos. Sin embargo, nunca olvidó el pasado que la marco para siempre. “Me mantuve fuerte porque sabia que alguna vez me iban a encontrar”, recuerda ella. “Yo no me dejaba pensar en la posibilidad de que no pudiera volver a mi vida anterior”. Ahora, 23 años después, Ana Belen vuelve a hablar de ese momento trágico para recordar a su familia y sus amigos lo que pasó y para ayudar a otras personas que hayan vivido un asalto similar. “Soy una persona fuerte y no voy a dejar que esto me marque por siempre”, agrega ella. “Estoy aquí para mostrarles que a pesar de todo, puedes seguir adelante”. La historia de Ana Belen es un testimonio de la lucha por la vida y el poder humano de resistirse ante las adversidades. Esperamos que su testimonio ayude a otras personas a encontrar la fuerza para seguir adelante.